Si piensas que comer una patata recién cocida a una patata el día siguiente o después de estar enfriada durante horas estás muy equivocada… y esto que te voy a contar a continuación te interesa.
El almidón resistente es una fracción de almidón que es capaz de resistir a la digestión y se mantiene íntegro a lo largo del tracto gastrointestinal. Es un tipo de fibra no soluble pero sí fermentable.
El almidón está formado por dos componentes (amilosa y amilopectina).
¿Dónde lo encontramos?
Se presenta naturalmente en forma de gránulos en los cloroplastos de hojas verdes y amiloplastos de semillas, legumbres y tubérculos.
- Tubérculos: patata y yuca, y en menor cantidad (muy poco) el boniato.
- Plátano verde (o plátano macho).
- Legumbres.
- Cereales, como por ejemplo arroz.
¿Qué tipos de almidón hay?
- Almidón tipo 1 (AR1): Almidón físicamente inaccesible. Granos enteros y legumbres.
- Almidón tipo 2 (AR2): Gránulos de almidón resistente a la digestión enzimática. Patatas y plátanos verde.
- Almidón tipo 3 (AR3): Almidón retrogradado cocinado y enfriado.
- Almidón tipo 4 (AR4): almidones modificados químicamente.
¿Cómo conseguimos el almidón de tipo 3?
- Cocemos el alimento (plátano verde, patata, arroz, boniato, calabaza, etc.).
- Dejar el alimento cocido en la nevera (4-5ºC) durante horas.
- Puede volverse a calentar, pero sin superar los 130ºC.
Con todo este proceso, creamos almidón resistente.
¿Cuáles son los beneficios del almidón resistente?
- Nos aportan menos calorías, nos sacian más
- Actúan como prebióticos
- Nos proporcionan una respuesta glucémica menor (menor elevación de la glucosa en sangre
- Reduce la inflamación de bajo grado.
- Mejora la sensibilidad a la insulina.
- Mejora la permeabilidad intestinal.
- Ayuda a adelgazar.
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